La propuesta que aquí se explica utiliza ábacos didácticos, que
              son los que tienen diez o veinte bolitas en cada alambre. Los
              ábacos japoneses y rusos, tan bonitos, misteriosos y atractivos no
              vienen al caso. 
              Tipos de ábacos didácticos: los de infantil, los de primaria y los
              que no valen para nada.
              ¿Diez bolitas o veinte bolitas? 
            
Lo que de verdad importa es el uso que vayamos a dar al ábaco, y no su aspecto, pero sí que hay unos más indicados que otros: en infantil usaremos un ábaco NO posicional, y en primero y segundo sí.
En infantil utilizaremos un ábaco que tenga 30 o 40 bolas, aunque
              puede llegar a tener 100. Ninguna bolita tiene valor 10; cada una
              de ellas representa a un elemento y solo uno, y por tanto no tiene
              valor
              posicional.  
Aquí hay un ábaco
              no posicional interactivo para pizarra digital.   Aquí hay otro, excelente y muy completo:
              https://apps.mathlearningcenter.org/number-rack/
En primaria usaremos uno de tres alambres (U, D, C) y 20 bolitas en cada uno. Ahora sí hay bolitas de uno, de diez y de cien; ha aparecido el valor posicional.
Aquí hay un ábaco
              posicional interactivo para pizarra digital.
            
 Aunque el objetivo final del ábaco sea modelizar y resolver problemas, el principio es entender nuestro sistema posicional. A partir de primero podemos practicar con el ábaco la representación numérica. Después iremos a las operaciones.
  El uso fundamental  del ábaco en el aula va a ser el de comprender
              las operaciones tradicionales en papel, ya sea trabajando en
              paralelo o utilizándolo como máquina de calcular. Es especialmente
              indicado para entender el funcionamiento de las llevadas. 
 Es imprescindible representar los problemas de mates,
              sucesivamente de una forma vivenciada, manipulada, representada y
              finalmente simbólica. El ábaco nos viene bien para la etapa
              representativa. Es cómodo y rápido y nos lleva de una forma
              bastante directa a la operación correspondiente. El ábaco sirve
              para todos los problemas de sumar, pero no para todos los de
              restar. 
              ¿Cuáles sí y cuáles no? 
              Y en los problemas de restar que no se puede usar el ábaco, ¿Qué
              hacemos? 
            
 Se inventaron cuando no había calculadoras, mucho antes que los
              números arábigos, y como herramienta de cálculo, comparados con
              los números romanos, desde luego no hay color. En la actualidad su
              uso está casi eliminado como instrumento de cálculo. 
              En el colegio no lo veo más que como una curiosidad. Si
              dispusiéramos de mucho tiempo, sería interesante utilizarlos,
              pero... 
              Origen, clases, uso del ábaco.